¿Alguna vez has experimentado esa irresistible tentación al ver unos calamares fritos dorados y crujientes, esperando a ser devorados? Sin lugar a dudas, el sonido del crujido suena a felicidad, y la explosión de sabor te llena de alegría. Ahora bien, ¿cómo lograr que esos calamares que tú preparas sean tan irresistibles como los que sirven en tu restaurante preferido? En este artículo, te contaremos los trucos infalibles que convertirán tu cocina en un verdadero templo del mar. Prepárate para sorprender a tus invitados y familiares con unos exquisitos calamares bien crujientes que saben a gloria. ¡Sigue leyendo y descubre cómo alcanzar este nivel profesional en tus platos!
1. Elección de los calamares
El primer paso para conseguir unos calamares crujientes y deliciosos es asegurarte de que el ingrediente estrella sea de calidad. En nuestra online shop, ofrecemos calamares seleccionados para garantizar el mejor sabor y textura en tu mesa. Ya sea que los prefieras frescos o congelados, contamos con productos que harán que tus platos brillen. Si optas por los congelados, procura descongelarlos de manera lenta en el refrigerador, para que así puedas preservar al máximo todas sus propiedades. De forma adicional, ten presente que para su preparación te recomendamos limpiar las piezas con cuidado, retirando cualquier membrana o parte que no quieras utilizar.
2. El corte adecuado marcará la diferencia
La forma en que cortes los calamares influye de manera directa sobre su cocción. La clave reside en cortar los anillos de calamar con uniformidad, ni muy finos ni demasiado gruesos, para garantizar una fritura pareja y evitar que se cocinen muy rápido o que queden crudos. Seguidamente, es crucial secarlos bien con papel absorbente para retirar toda la humedad excedente.
3. Marinada de los calamares
Si quieres obtener calamares crujientes, es fundamental prestar atención a cómo llevas a cabo la marinada. El rol principal de una marinada es aportar sabor, suavizar un poco la carne y balancear los aromas. Ahora bien, ten mucho cuidado y evita que los calamares se marinen por demasiado tiempo o con ingredientes muy líquidos. De lo contrario, podrían absorber demasiada humedad, y a su vez esto sería un impedimento para lograr un rebozado crujiente.
A continuación te damos tips para no pasarte de la raya con la marinada:
Para marinar los calamares, te sugerimos hacerlo por un corto periodo de tiempo, entre 15 y 20 minutos. Esto ya bastará para que absorban los sabores sin volverse demasiado blandos o absorber más humedad de la que necesitan.
En relación a los líquidos, puedes usar una combinación ligera que realce el sabor sin sobrecargar la textura. Un buen ejemplo sería mezclar:
- Jugo de limón o lima: otorga frescura y un toque ácido.
- Olive oil: brinda suavidad y permite que los sabores penetren mejor.
- Ajo picado: aporta un toque aromático.
- Una pequeña dosis de vino blanco (optativa): añade profundidad al sabor, aunque usa solo un chorrito para no sobrehumedecer los calamares.
Tras marinar, es primordial secar bien los calamares con papel absorbente antes de rebozarlos. De esta forma ayudarás a que el empanizado se adhiera mejor, y quede crujiente y dorado al freír.
4. El secreto infalible
Un truco para lograr un rebozado crujiente y dorado es combinar harina de trigo con un poco de maicena. Por una parte, la harina de trigo confiere la estructura necesaria para el rebozado, mientras que la maicena, también conocida como almidón de maíz, ayuda a crear una capa más ligera y crujiente.
5. Temperatura ideal del aceite
La temperatura a la que freímos los calamares es de vital importancia. El aceite debe estar a unos 180 °C para que así los calamares se cocinen con rapidez y queden dorados sin absorber demasiado aceite. De otro modo, freírlos en aceite muy frío resultará en un plato graso y blando, para nada apetecible.
6. No llenes la sartén en exceso
Durante el proceso de cocción de los calamares, evita poner demasiados al mismo tiempo. Esto reduce la temperatura del aceite y puede darte como resultado final calamares empapados y menos crujientes. En su lugar, procura tener paciencia y fríelos en pequeñas tandas para alcanzar el resultado deseado.
7. El cierre perfecto: escurrir y salar a tiempo
Cuando los calamares están perfectamente dorados, retíralos y ponlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Agrega una pizca de sal fina inmediatamente después de sacarlos del aceite, cuando aún están calientes, para potenciar su sabor.
8. No te olvides de tener preparados todos los acompañamientos
Unos sabrosos calamares fritos demandan acompañamientos a la altura. Por lo tanto, utiliza salsas ligeras como alioli, salsa tártara o un chorrito de limón fresco para potenciar sus sabores. Asimismo, puedes servirlos sobre un plato de ensalada fresca o con papas fritas.
9. Utiliza el tiempo a tu favor
Sirve los calamares recién hechos, mientras aún están calientes y crujientes. No dejes pasar el tiempo pues esto podría hacer que pierdan su textura crocante. Por consiguiente, asegúrate de tener todo listo para que tus invitados disfruten de cada bocado en el momento ideal.