La mariscada gallega es mucho más que una comida; es un festín que siempre es bien recibido y nos permite disfrutar de la riqueza del mar junto a nuestros seres queridos. Este exquisito manjar destaca por su abundancia y variedad, convirtiéndose en el centro de atención en cualquier reunión.
Por estos motivos, si deseas sorprender a tus invitados con una mariscada gallega hecha como un experto, has llegado al lugar adecuado. En este artículo, te guiaremos a través de cada paso necesario para preparar una mariscada de ensueño.
¿Qué mariscos deben formar parte de una mariscada?
Al hablar de mariscada, estamos refiriéndonos a un conjunto de mariscos que integran un plato. Por consiguiente, una buena mariscada debe incluir mariscos de calidad, y debe estar compuesta por tus mariscos gallegos predilectos. Ahora bien, si necesitas recomendaciones sobre qué elegir, a continuación te presentamos diferentes mariscos que podrías sumar a la receta:
- Almejas,
- Langostas,
- Cigalas,
- Camarones,
- Langostinos,
- Erizo de mar,
- Mejillones,
- Vieira,
- Bogavantes,
- Carabineros.
De todos modos, en Pescados y Congelados Guerrero pensamos en cada detalle, y contamos con packs de mariscadas prearmados. Al mismo tiempo, te ofrecemos la opción de personalizarlos a tu gusto y recibirlos directamente en tu domicilio. Haz clic aquí para descubrir y comprar nuestros exquisitos packs de mariscada.
¿Cómo elaborar una sabrosa mariscada gallega?
El detalle más importante a considerar a la hora de preparar una buena mariscada gallega, consiste en asegurarte de comprar mariscos de calidad. Por otro lado, la cantidad de mariscos que elijas, deberá estar basada en el número de invitados que participen en el banquete. En este link podrás ver opciones y elegirlas en función de la cantidad de comensales que tengas programada.
Para que tengas una idea, se recomienda incluir como mínimo entre 500 y 700 gramos de mariscos por persona. Esto dependerá de si sirves la mariscada gallega como entrada o como plato principal.
Una vez que ya tengas los mariscos, únicamente te quedará pendiente evaluar si prefieres hervirlos o prepararlos a la plancha. Por un lado, cocinarlos a la plancha es la mejor opción si deseas disfrutar de los mariscos calientes. En cambio, si optas por hervirlos, podrás degustarlos tanto calientes como fríos.
Por otra parte, respetar el tiempo de cocción adecuado para cada variedad de marisco, es crucial para el éxito de tu mariscada gallega. No debemos olvidar que cada marisco tiene sus propias necesidades de cocción. Por ello, es fundamental tener esto en consideración, para así evitar obtener como resultado una textura dura y un sabor no tan bonito.
Utensilios que te facilitarán la preparación de tu mariscada
Tenazas o tenacillas
Te permitirán romper los caparazones, las patas o las tenazas, para que así puedas acceder a la carne de los mariscos con más facilidad.
Garfio
Luego de abrir el marisco, puedes retirar la carne con ayuda de un garfio. De esta manera, podrás llegar a las áreas más difíciles y asegurarte de que aproveches hasta el último trozo de carne.
Cuchillo para ostras
En caso de que incluyas ostras en tu mariscada, puedes servirlas abiertas si se van a consumir de manera inmediata. En cambio, si las quieres servir cerradas, te conviene contar con un cuchillo para ostras. Estos suelen tener una punta pequeña y afilada, y un mango robusto, diseñado para abrir las conchas de manera efectiva.
Cómo maridar tu mariscada gallega
La regla fundamental para lograr una óptima armonía entre el plato y la bebida, es lograr que ninguno de estos le quite el protagonismo al otro.
Para acompañar una buena mariscada, los vinos blancos de Galicia son una opción excelente. No es solo que compartan origen, sino que la vivacidad, ligereza y fragancia de estos vinos complementan maravillosamente los sabores de los mariscos.
El Albariño, por ejemplo, es ideal para moluscos como mejillones y almejas, gracias a su acidez y notas cítricas. El Godello, complementa bien mariscos más complejos, como navajas y vieiras, gracias a su cuerpo y estructura. Mientras que para mariscos más grasos, como bogavantes o langostas, el Treixadura ofrece un buen equilibrio con su perfil aromático.
Sin embargo, si decides acompañar los mariscos con un vino tinto, es mejor elegir uno ligero y con baja tanicidad. Ejemplos como un Pinot Noir o un Gamay no opacarán los sabores delicados de los mariscos. Si bien los tintos jóvenes y frescos pueden complementar mariscos con salsas o preparaciones más robustas, en general, el vino blanco sigue siendo el maridaje predilecto para una mariscada gallega.
Conclusión
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