Si deseas descubrir cómo maridar el pescado con vino, entender este arte puede transformar tu experiencia culinaria, elevando los sabores tanto del vino como del pescado a un nivel superior.
Ten presente que no es necesario ser un chef para lograr combinaciones sorprendentes. En este artículo podrás encontrar distintos trucos que te ayudarán a explorar las sorprendentes alternativas que existen. Te animamos a experimentar con estas sugerencias y a encontrar tus combinaciones favoritas.
Vinos y Pescados: encuentra la combinación perfecta
A la hora de maridar pescado y vino, es esencial considerar tanto la textura como el sabor del pescado, así como las características del vino. A continuación te presentamos algunos consejos para facilitar esta tarea y lograr una combinación armoniosa:
Según su contenido graso…
Pescados azules
Los pescados azules son aquellos que tienen un contenido graso mayor al 5% y se destacan por presentar una intensidad superior. Entre ellos, podemos encontrar al atún, las sardinas, las anchoas, el salmón, el arenque y la caballa. Este tipo de pescados se puede disfrutar perfectamente en compañía de vinos blancos criados en barricas o incluso con ciertos tintos suaves.
Un Viognier, con sus notas frutales y su delicado sabor a miel, puede ser el acompañante ideal para estos pescados con más cuerpo. Del mismo modo, un Merlot o un Pinot Noir, caracterizados por una textura suave y afrutada, son una gran elección para este maridaje.
Pescados blancos
A diferencia de los pescados azules, los pescados blancos se caracterizan por su textura y sabor más delicados. Entre ellos, algunos ejemplos que podemos mencionar son el bacalao, el jurel blanco, el mero, la merluza, la tilapia o el lenguado. Este tipo de pescado se puede maridar armoniosamente con un vino blanco de carácter sutil y fresco.
Un Chardonnay sin crianza en barrica, un Verdejo o un Sauvignon Blanc, son opciones ideales que destacan la textura y el delicado sabor del pescado sin opacarlos. En definitiva, el secreto es elegir vinos con una apropiada acidez, que se equilibren con la suavidad del pescado.
Según el método de cocción
Cocción a la parrilla
El distintivo gusto ahumado del pescado a la parrilla se combina de maravilla con vinos que presenten notas ahumadas y/o especiadas. Un Verdejo, con sus notas herbáceas y frutales, con una buena acidez y a veces un toque mineral, puede ser una opción refrescante y equilibrada para realzar el sabor del pescado a la parrilla.
Por otro lado, un vino rosado de calidad, como uno de Garnacha o de Tempranillo, es una magnífica elección. La frescura y sutileza de estos vinos se adaptan de forma inigualable a la intensidad del sabor ahumado.
Vino ideal para maridar el pescado horneado
Si eliges cocinar pescados al horno, como el bacalao, el salmón o la dorada, te recomendamos maridarlos con vinos blancos secos y aromáticos. Un ejemplo es el Sauvignon Blanc, con notas cítricas y herbáceas que resaltan la frescura del pescado. También puedes acompañar el plato con un Chardonnay de Borgoña. Este último se destaca por su característico sabor a fruta blanca madura y toques de roble, que armonizan con la textura del pescado.
De igual modo, un Godello de Galicia también podría ser el maridaje excepcional para pescados al horno. Su acidez vibrante, sus aromas frutales y florales, su mineralidad y su cuerpo medio lo convierten en la compañía idónea.
Recomendaciones para maridar pescado y vino como un experto
En Pescados y Congelados Guerrero, consideramos que el maridaje de ensueño entre pescado y vino puede transformar un plato simple en una experiencia gastronómica sin igual.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, podrás seleccionar el vino que mejor se adapte a tu platillo de pescado, creando así una combinación que destacará los matices de la comida.
1. Considera el método de cocción
Como mencionamos anteriormente, los pescados a la parrilla u horno, demandan vinos con más robustez y matices especiados. En cambio, las preparaciones de pescado al vapor o con salsas suaves, se integran mejor con vinos blancos jóvenes y cítricos.
2. Descubre la combinación de contrastes
En ocasiones, jugar con las diferencias puede generar increíbles resultados. Por ejemplo, un pescado graso puede maridarse armoniosamente con un vino blanco ácido.
3. Ten en cuenta la intensidad del pescado
Los pescados azules, con un sabor más pronunciado, maridan muy bien con vinos blancos más robustos o con tintos sutiles. Mientras tanto, los pescados blancos y suaves, armonizan mejor con vinos blancos suaves.
4. Combina los sabores a la perfección
Es fundamental lograr un armonioso equilibrio entre los sabores del pescado y del vino. Si tu plato presenta un sabor delicado y sutil, el Sauvignon Blanc podría aportar una acidez vibrante y notas cítricas que realcen el perfil del menú.
Por otra parte, para preparaciones que acompañas con salsas cremosas, un Chardonnay con sus notas mantecosas puede ofrecer un excelente juego de sabores.